viernes, 2 de octubre de 2009

“No por mucho desfilar, se envejece más temprano”
Carola era una joven de 25 años, modelo, famosa, exitosa, diva por naturaleza. De perfil conservador, Despegaba glamur camine por donde camine. Era tapa de revista al menos una vez por mes. Vestida por los mejores diseñadores de alta costura Nacional y Europea lograba lucir cada prenda que vestía.
Pero una mañana todo cambió, su vida y su carrera estaban al punto del derrumbe. Habían llegado ellas, a quienes tanto temía, el horror de la pasarela. Sin preámbulos, sin previo aviso. Se colocaron allí como si fuera lo más natural del mundo. Las líneas de expresión se habían apoderado de su rostro, hasta casi parecer arrugas.
Sentada frente al espejo, comenzó a llorar con furia, tiro con furia todo lo que se encontraba al alcance de su mano, y no era para menos, estaba vieja para la moda. Los años de su vida útil estaban por terminar. Había que comenzar a olvidar volver a ser tapa de alguna revista. Las Modelos eran cada vez más jóvenes y voluptuosas y ese no era su estilo.
Desesperada llamó a su representante para pedir socorro. Inmediatamente el hombre la llevó al cirujano plástico quien también le consejo “achicar un poco por acá y agrandar un poco por allá”, acepto sin pensarlo porque se sentía encerrada en ese cuerpo de anciana.
Ante tantas cirugías, para lograr ser como las chicas nuevas del circuito, Carola tuvo que desaparecer del ruedo durante un mes. Las revistan comentaban que se había ido del país a un Spa a causa del stress que le había provocado tanta fama. Pero que regresaría para el desfile más importante del año.
Así fue, entusiasmada por su nueva figura provocativa, su rostro plástico de adolescente llegó a los camarines. Todos estaban fascinados con su nueva imagen, su ego comenzaba a agrandarse, miraba con desprecio a las demás modelos, sintiéndose superior, invencible.
Antes de salir a las tablas, el representante llamó a Carola para comentarle que estaban lloviendo propuestas de trabajo, que era hora de cambiar el perfil. Entusiasmada por las noticias volvió rápido a su camarín pero se encontró con una gran sorpresa, había desaparecido la ropa que usaría en el desfile. Comenzó a gritar, hasta que una colega se acercó y le comentó lo que había ocurrido: “ya no serás la figura del desfile, porque este año se vienen los rollitos y la cara al natural, nada de implantes mami, cuerpos reales”, Igual quédate tranquila que me entere que te están pretendiendo de los canales eróticos”.

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